Ingredientes:

Leche (tanta como yogur quieras hacer)
1 yogur natural sin azúcar (preferentemente orgánico)
Frascos de vidrio limpios y secos
1 cuchara
Algún aislante que conserve el calor, como papeles de periódico o una manta
Un termómetro que llegue hasta 90ºC, si es posible (se venden en tiendas de material de laboratorio)

Preparación:

1. Pon una cucharada de yogur en cada frasco de vidrio que tengas. Ten en cuenta que, por cada medio litro de leche, precisarás una cucharada, aproximadamente.

2. Pon la leche a fuego lento hasta que llegue a 85ºC, removiendo de vez en cuando para que no se pegue en el fondo. Esto tardará unos 10 minutos, dependiendo de la temperatura ambiente. Si no tienes termómetro, apaga el fuego cuando la leche empiece a humear y a subir ligeramente (sin que llegue a hervir).

3. Remueve la leche hasta que baje a 45ºC. Esto tardará media hora, según la estación. Si baja de 45ºC, volveremos a encender el fuego hasta que llegue a esa temperatura.

4. Vierte la leche en los frascos (cuanto más los llenes, mejor, ya que quedará menos aire).

5. Remueve con la cuchara para que se mezcle bien.

6. Tapa los frascos y guárdalos envueltos en papel de periódico o manta. Déjalos reposar, en lo posible, toda la noche en el lugar más caliente de la casa.

7. Quita los frascos, espera de 5 a 10 minutos a que pierdan el calor y colócalos en el refrigerador. En unas 4 horas el yogur se habrá espesado y estará listo para comer.

¿Cómo se conserva el yogur casero?

Sin abrir el frasco, el yogur se conserva de 8 a 10 días.

Nota: también puedes mezclarlo con frutas en trozos, miel, cereales, granola, o lo que más te guste.