La nutricionista cuenta mitos y verdades a la hora de comer. Asegura que hubo un gran cambio cultural del que el distrito no fue ajeno. Las diferencia entre cuidar la salud y adelgazar.


Sentarse a la mesa a comer es el momento sagrado en toda familia, el motivo para juntarse con amigos y hasta el lugar en el que se generan las discusiones más fuertes o divertidas.
Pero desde hace una década, la comida es un nuevo tema de debate y el qué comemos aún más, porque son varios los cuestionamientos que giran alrededor del tema: ¿Es lo mismo comer sin calorías que comer sano?
Y cómo nada mejor que consultar a un nutricionistas y despejar esas dudas, lo hicimos con María del Carmen Consentino que tiene el Centro de Nutrición y Estética Corporal desde 1999 en Pilar.
La profesional, trabajó en el Hospital Juan Cirilo Sanguinetti y en la Clínica San Marcos, entre otros centros de salud. Asegura haber sido la primera nutricionista del distrito y remarca que «al pilarense le interesa la buena alimentación, consulta lee y buscar comer sano”.
¿Cómo somos los pilarenses a la hora de alimentarnos?
– El de Pilar centro es un público que se interesa muchísimo por tener una buena alimentación, son habidos de información y lo ponen en práctica. Cuesta más en otras localidades, donde se presenta el gran problema del consumo de harinas, que trae síndromes metabólicos. He dado muchas charlas en distintos ámbitos y preguntan cómo alimentarse, quieren saber cuánta agua tienen que tomar y si es bueno una u otra cosa, si sirve.
No escapamos a vivir cada día más apurados ¿Eso hace que al mediodía no se coma correctamente?
– Al mediodía en Pilar la mayoría come pésimo, rápido mal, ves gente comiendo un sándwich mientras camina, otros con una bandejita en un hall de una casa o sentados en un cordón de la vereda. Me llamó mucho la atención que vi en la placita de la estación a un trabajador comiendo atún, lo que te da la pauta de que hay un intento de cambiar, pero no tenemos bien organizado los tiempos y las posibilidades económicas.
¿Es importante el cómo o dónde se come?
– Es muy importante cómo se come, el tragar sin masticar y comer rápido no sirven, hay que comer despacio, tranquilo, sentarse y tener un rato.
-¿Es un mito el que se debe comer bien al mediodía y poco a la noche, por lo general se da al revés?
No, no es un mito. Vivimos muy acelerados y con poco tiempo y el almuerzo se hace como se puede, a la noche es el momento en el que nos reunimos, estamos en familia o más tranquilos. Es como dice el dicho, hay que desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo, porque en realidad todas las hormonas relacionadas con la nutrición, hacen una curva de gauss y su punto máximo es el mediodía, por eso tampoco sirve que almuerces bien a las 16. Hay un ciclo de metabolización del alimento y las hormonas van variando a lo largo del día.
¿Otro mito? «antes no se cuidaban y eran sanos comiendo de todo”.
– Tampoco es un mito, hubo un cambio en la industria y en nuestro nivel de estrés, que se mide a nivel hormonal. Por algo se han cambiado hasta los valores de referencia de la TSH, que es la hormona hipofisaria, antes un pico de estrés lo tenías con un nivel de 4, ahora se subió a 5 o 6. El nivel de estrés hace que metabolices menos los alimentos. Además, hoy existe gran cantidad de harinas refinadas y seudoalimentos, eso influye negativamente. Pero también la vida era distinta y nos movíamos mucho más, hasta para cambiar la tele nos teníamos que parar y había otros hábitos, solo en los cumpleaños o reuniones se compraba una gaseosa.
¿La gente entiende la diferencia entre adelgazar y comer sano?
– Cuesta, pero es alentador que los nutricionistas tenemos más pacientes o más consultas para alimentarse correctamente. El cambio es abismal, antes la nutrición era solo para los gordos y era realmente agotador que se pensara así, pero hubo un cambio en la sociedad de tomar la nutrición desde otro punto de vista, el de la salud.
¿Cuál fue el detonante de ese cambio?
– La educación y mucho creció a través de los medios, mucha gente se acercó al ver Cuestión de Peso, gente que lograba cambiar los hábitos y bajar, cuando llegan a una meseta buscan ayuda profesional. No todo el reality que hicieron después alrededor sirvió, pero en sus inicios fue muy efectivo el programa. Lo que sí complica mucho es internet, porque hay cosas y dietas que no son adecuadas.
-¿Cómo se explica la diferencia entre comer sano y hacer dieta?
En realidad el plan alimentario es para todas las edades, sexos y actividades, por eso siempre hay que aunar las leyes de la alimentación, cantidad, calidad, armonía y adecuación. Cada persona debe tener un plan alimentario adecuado, que hace a su salud. Después está la dietoterapia por si sos diabéticos o tenes los triglicéridos altos y necesitas una dieta específica, porque por más que sepas que determinado alimento es sano y bueno, tal vez vos no lo tengas permitido.
-¿El cambio en la industria tuvo consecuencias?
Sí, se observa mucho la celiaquía, que son patologías que eran aisladas, por eso hay cosas que comemos mal, apurados y hay alimentos que nos enferman. Cosas relacionadas a muchos alimentos que han ido mutando desde su origen, en busca de una excelencia, pero los químicos también provocan cambios en nuestro organismo.
-¿Qué cosas buenas se ha logrado que la gente incorpore a su vida alimentaria?
Muchas, por ejemplo se logró que se tome mucha agua, que la gente tenga incorporado que hay que desayunar y que los niños tienen que hacerlo. Después el consumo de frutas y verduras que es excelente, porque tienen vitaminas y propiedades, igual que el huevo y el pescado, como aporte de proteínas.
-¿Y de lo que se consume actualmente qué es lo peor?
– Habría que bajar el consumo de comidas rápidas y de harina blanca, que es lo que peor nos hace, entre ellas las galletitas que son adictivas. Los jugos de sobre por la cantidad de edulcorante, los muy económicos no están aceptados por el código alimentario, tienen el triple de edulcorante que los niños pueden tolerar a lo largo del día y eso es complicado.
-¿Las aguas saborizadas y la publicidad de lo sano son un capítulo aparte?
– Es otro tema, una cosa es la educación y otra la publicidad en los medios. Con el queso Port Salut, que tiene un nivel de grasa parecido al Mar del Plata, mostraban a una mujer saltando, esbelta y la gente compraba y comía como si nada, por lo que la publicidad mostraba. Las aguas saborizadas es terrible, siempre digo que deben ser indicadas por profesionales, algunas tienen sodio, sales, que pueden hacer cálculos renales, subir la presión, las deberían dar los médicos o nutricionista, no son sanas.
-¿Cuál es el consejo para seguir logrando que la gente tenga una buena alimentación?
– Prevenir la obesidad desde niños y eso se hace con educación y actividad física, la educación en las escuelas, en los medios y en todos los ámbitos es fundamental y se va logrando de a poco así que tenemos que seguir con eso.
Consultas
María del Carmen Cosentino
Nazarre 1085.
Teléfono: 0230 – 4429863

Escrito por Juan Manuel Morales: [email protected]