La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), a través de la Aduana, secuestró diversas mercaderías: desde una moto de carreras hasta juegos de cubiertos de plata, que estaban camufladas en automotores provenientes de Uruguay que viajaban a bordo de dos buques internacionales.

El valor de lo secuestrado asciende a u$s 158.000.
Tras utilizar el perfil de riesgo aduanero, los agentes decomisaron, en el término de una semana y a cuatro pasajeros distintos -3 argentinos y 1 norteamericano-, un vehículo Maserati modelo Ghibli Q4, valuado en 120.000 dólares y una moto marca KTM 450 Rally réplica 2017, valuada en 30.000 dólares.
Además 4 cuadros firmados por Graffenstein (año 1773) un espejo grabado con marco de plata, 30 botellas de whisky marca Buchanan’s  y 5 cajones con juegos de cubiertos de plata con tres sellos de origen escocés.
En el caso de los cuadros y cubiertos estaban “disimulados” en el baúl de un auto tipo Caravan debajo de numerosos bolsos llenos de ropa usada, mientras que las botellas de whisky viajaban camufladas en el baúl de una camioneta Honda CRV.
Las infracciones al Código Aduanero también fueron diversas: la mercadería ingresada no está permitida como régimen de equipaje, y se presume que además tiene fines comerciales.
A su vez, uno de los vehículos con dominio de Estados Unidos, había sido ingresado como admisión temporal pero su propietario no cumplía con la calidad de turista.
Las mercaderías fueron decomisadas y quedan bajo el poder de la Aduana: los automóviles y la moto deberán abonar una multa no menor al 30% de su valor, las bebidas alcohólicas se destruirán y, en el caso de las obras de arte, se le dará intervención al área de “Prohibiciones no Económicas” para constatar si pertenecen a alguna galería o museo.